lunes, 10 de noviembre de 2008

E-cuestre.com Polo News

Polo / Las jugadas discutidas del desenlaceLa controversia tiene explicación
lanacion.com | Deportiva | Lunes 10 de noviembre de 2008

La última jugada de la final del Abierto de Hurlingham dejó dudas. Se trató de la supuesta infracción de Marcos Heguy contra Javier Novillo Astrada, que el delantero de La Aguada, con un penal de lugar, transformó en el gol de la victoria. Esta es la visión de esa acción del referí Federico Martelli, que sancionó la falta. "Tomé la base de dos puntos para cobrar el foul. Cuando el jugador de La Aguada robó de revés la bocha a Agustín Merlos, quedaron dos jugadores disputando la bocha y Marcos se metió en la jugada medio de punta [contramano] a ellos. Lo segundo es que el jugador de Pilará no estaba derecho respecto de la línea, sino un poco cruzado. Lo consulté con el otro referí [Martín Haurie] y no hubo dudas."

El juez dijo que no suele mirar inmediatamente los partidos por televisión, pero en este caso obró de otra manera. "Cuando llegué a mi casa me puse a ver la repetición para sacarme las dudas. Lo miré por televisión y me pareció lo mismo que en la cancha. Y además Marcos no protestó nada y se fue detrás de los mimbres, porque sabía que había hecho una falta."



También la penúltima infracción cobrada en el partido dejó dudas: una acción de Agustín Merlos contra Ignacio Novillo Astrada que terminó en el penal de 60 yardas previo a la falta anteriormente citada. El jugador de Pilará dijo que no fue foul, y el de La Aguada, que se debió otorgar un penal, pero de 40 yardas. "Agustín lo tocó de atrás. Lo desacomodó totalmente, por picardía o porque no llegó a la bocha. Creo que fue sin intención. Después, cobrar 40 o 60 yardas queda a criterio de cada uno. Nosotros no dudamos de dar 60", explicó Martelli.


Fuente: La Nacion Online/
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Polo / El V Partido de las EstrellasCada año mejor en cuanto a solidaridad

La exhibición juntó en San Isidro a los mejores del mundo en beneficio de un hogar de niños y recaudó como nunca

lanacion.com | Deportiva | Lunes 10 de noviembre de 2008

Una jornada estupenda en lo climático, un encuentro entretenido, provisto de cracks y de lujos polísticos, y una colecta récord de fondos hicieron del V Partido de las Estrellas, celebrado ayer en el Jockey Club de San Isidro, un éxito como espectáculo y como acontecimiento caritativo.

Hubo seis polistas de 10 goles, cinco de 9 y uno de 8 (alternados; siempre fueron cuatro por conjunto en la cancha), jugadas vistosas -facilitadas por la liviandad de la marca, es cierto- y nada menos que 37 goles en siete chukkers, con un inusual y altísimo promedio de 5,2 (por caso, el récord en el Argentino Abierto es de 5,1).

¿A qué viene el detalle de los tantos? Es que no resultó anecdótico: el incentivo para hacerlos era que una de las empresas patrocinadoras, Jaeger-leCoultre, donaría 500 dólares por cada gol. Así, con el 19-18 del equipo Anaflex sobre su rival, Jaeger-leCoultre, la relojera terminó por entregar nada menos que 18.500 dólares para el Hogar Nuestra Señora del Pilar, creado por Gloria Solanet de Pavlovsky (suegra de Marcos Heguy) en 2004 y que asiste a niños necesitados de Capitán Sarmiento y otras ciudades bonaerenses.

El dinero comprometido por los goles se sumó a los 120.000 pesos colectados por patrocinios merced a las firmas mencionadas y la colaboración de otras, como Park Tower, Lan, LA NACION, Craverolanis e In Sports, entre otras. Y hubo, además, ingresos por entradas y rifas, que el año último habían redondeado 17.000 pesos. Con todos esos fondos, la entidad se mantiene doce meses. "Año tras año es más fácil organizarlo, pero siempre apunto a más", enunció Gloria Pavlovsky de Heguy, hija de la fundadora.


Fuente: La Nacion Online



Formaciones:

Craverolanis: Marcos Heguy 10, Bartolomé Castagnola 10, Mariano Aguerre 10, Juan M. Nero 9, Marcelo Frayssinet 8 y Sebastián Merlos 9.
Anaflex (Bagó): Gonzalo Pieres (h) 10, Bautista Heguy 10, Alberto Heguy (h) 9, Eduardo Heguy 9, Francisco de Narváez 9 y Horacio S. Heguy 8. Total: 46.

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Polo / El Abierto de HurlinghamEl esperado regreso de los cuatro hermanos

Con un gol de oro de Javier Novillo Astrada, La Aguada venció por 15-14 a Pilará y celebró en la Triple Corona; no ganaba desde Tortugas 2004

lanacion.com | Deportiva | Domingo 9 de noviembre de 2008

Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION


Dicho y hecho: los pronósticos del tiempo fallaron, pero no los de las presunciones sobre la final. Se habló de una pulseada entre dos equipos de estilos disímiles y eso fue lo que se vio en los ocho chukkers más 84 segundos del duelo decisivo del Abierto de Hurlingham presentado por Citi. Y entre dos conjuntos que difícilmente iban a dar el brazo a torcer, que se mostraban fuertes y con una ambición voraz de victoria, ese choque de potencias se definió apenas por una uña. Una mínima diferencia consagró a La Aguada Arelauquen con el gol de oro de Javier Novillo Astrada en el alargue (con un penal de lugar desde al lado de los mimbres), para vencer por 15-14 a Pilará Piaget.

La victoria tiene un doble valor para el flamante campeón. Ganar siempre es bueno, pero mucho más si se trata de un triunfo en una definición después de perder cuatro seguidas. El lastre que implica cada caída es demasiado. Mucho más por cuatriplicado. Por eso, en el festejo confluyen pasado, presente y futuro: se entierra lo que pasó, se disfruta la conquista y, además, representa un reposicionamiento de cara al comienzo de Palermo, que está a la vuelta de la esquina.

El partido fue un mano a mano en el que ninguno se despegó de manera clara. Nunca. Un gol de uno, respuesta del otro. Como mucho, dos seguidos. La Aguada siempre se mantuvo al frente del marcador, pero un Pilará esta vez con más poder de lucha que de juego, no le entregaba nunca el poder absoluto del partido. Hubo un 4-2 para los Novillo Astrada en el segundo parcial (5-3 en el global) como máxima diferencia en un chukker. El resto siempre fue empates o un gol para Pilará, para así llegar igualados al cierre del partido y forzar un alargue.

Si bien el ganador podría haber sido otro, y no hubiera sido de ninguna manera una sorpresa ni tampoco una injusticia, es conveniente decir que La Aguada hizo lo que quiso durante el partido. Y Pilará no. ¿Por qué? Porque el campeón llevó el juego al terreno que más le convenía. La bocha siempre se movió a la velocidad que más le satisfizo. Nada de ritmo vertiginoso, lo que quería Pilará, pero no pudo concretar. Cada vez que un hombre de camiseta azul intentaba darle rapidez a la pelota, sus intenciones chocaban con el estilo histórico de los Novillo: marca, marca y más marca.

Entonces, la bocha se trasladaba en un intermedio entre el vértigo y el famoso trencito que proponen otros equipos. Es decir, la velocidad crucero que propone La Aguada, que sabe cuándo cambiar el rumbo de una jugada que parece destinada a morir en la intrascendencia por una posibilidad neta de gol. Para eso, lo que hay que tener es una exacta ubicación en la cancha, quizá una de las mayores virtudes de los Novillo Astrada, tanto cerca de sus mimbres como de los rivales.

Un simple repaso de la planilla de los goles ejemplifica quién manejó la pulseada. De los 14 tantos, Pilará hizo sólo cuatro de cancha (dos de Agustín, uno de Chavanne y uno de Heguy). Exactamente lo contrario de lo que hasta el momento había propuesto este nuevo cuarteto, que mostraba contundencia en sus ataques directos. Pese a que los números de La Aguada no fueron tan distintos (sólo tres goles más de cancha), su promedio equitativo entre conquistas de jugada y de penal se corresponde con sus producciones habituales.

Un gol para cada lado, el último de Marcos Heguy cuando el reloj indicaba 6m09s del chukker final y se desembocó en el alargue. Entonces, La Aguada se visitó más que nunca de La Aguada. Eduardo Novillo cortó un avance con un excelente backhander, Ignacio se ubicó mejor para salir en la corrida cerca de mitad de cancha rumbo al arco rival y recibió una falta de Agustín Merlos. El mismo Nacho ejecutó el penal de 60 yardas, hubo un despeje y nuevamente un Novillo bien ubicado, en este caso Javier, se llevó la bocha y recibió otra falta. Penal de lugar que el delantero transformó en gol. Y en el título. Y en el fin de una racha que ya molestaba demasiado a los cuatro hermanos...


Fuente: La Nación Online
OpiniónCortó la racha y va a Palermo con luces en su marquesina

Xavier Prieto Astigarraga

lanacion.com | Deportiva | Domingo 9 de noviembre de 2008

"¿Cómo lo ves?", fue la pregunta a un jugador que venía de la cancha 4 de Hurlingham para mirar en la 1 La Aguada vs. Ellerstina. "Gana La Aguada", vaticinó el 9 goles. "Parece que le erró", fue el pensamiento en el séptimo chukker de esa definición de zona, cuando los Pieres y compañía se imponían por 11 a 8. Error. El polista, que ya se había enfrentado con ambos, acertaría: fue 13 a 11 definitivo para los Novillo Astrada.

"Nunca hay que darnos por muertos", diría luego Javier, el tercero de los cuatro hermanos. Y con razón. La Aguada permaneció cuatro años en estado latente en cuanto a éxitos, pero no lejos de los trofeos. Fueron, en total, doce torneos en blanco, tras aquellas cuatro conquistas sucesivas en las que enhebró 14 victorias seguidas. Y en muy pocas ocasiones en esa sequía se lo vio quebrado, como en el aún fresco desenlace de Tortugas, cuando Ellerstina vapuleó a un cuarteto familiar que extrañamente parecía rendido, inerte.

Hurlingham fue desquite de eso para La Aguada. Le torció el brazo al equipo de General Rodríguez en el momento incandescente del partido, con un 5-0. Antes había salido airoso (17-12) de un combate ríspido ?en lo físico y en lo oral? contra Indios Chapaleufú II. Y ayer venció a la revelación, este Pilará de polo bonito que ya se cargó a nada menos que La Dolfina. Cambian los estilos adversarios; La Aguada se adapta a cada uno.

En la inesperada e histórica consecución de la Triple Corona 2003 más Tortugas 2004, los Novillo Astrada consiguieron lo que lograron con mucho de caballos comprados y alguno facilitado por manos amigas; cuando se acentuó en el mundo la escasez de montados en oferta y el conjunto dependió más de los propios, aún muy nuevos, tardó en volver a festejar. Ahora empieza a aparecer su cría made in Open Door y Bahía Blanca y eso le otorga un consistente crédito a futuro.

Por lo pronto, tiene uno de corto plazo. Esta consagración ilumina con potencia su marquesina propia con miras al Argentino Abierto, no tan refulgente aún como las de La Dolfina y Ellerstina, por cierto, pero que refuerza el alerta en los rivales. Y de paso, acabó con la semejanza con 2006, cuando fueron trisubcampeones. Por ahora, ésta es temporada de La Aguada, aunque Palermo terminará por imponer su veredicto contundente y final.

Una observación al respecto: no habrá que olvidar este Hurlingham ni el reciente Tortugas a la hora de los handicaps. Para subir ni para bajar.

Fuente: La Nación Online

lunes, 3 de noviembre de 2008

Polo / El Abierto de HurlinghamPilará ya hace ruido en la elite

Debutante este año en la Triple Corona, batió a La Dolfina, el equipo de los 40 goles y tricampeón argentino, por 16-15 en un suplementario; definirá el torneo contra La Aguada

lanacion.com | Deportiva | Lunes 3 de noviembre de 2008

Por Xavier Prieto Astigarraga
De la Redacción de LA NACION


"Pilará se hace un nombre en el polo", tituló LA NACION cuando el nuevo equipo de la Triple Corona se despidió de Tortugas con una caída ajustada y un triunfo claro. En ese primer torneo de la tríada, se presentó en sociedad; ahora, en el segundo, ya suena fuerte. Por varias causas.

Pilará Piaget accedió a la final del Abierto de Hurlingham, el segundo campeonato más importante del mundo, al que presenta Citi. Se impuso a La Dolfina Peugeot, la formación de los 40 goles y tricampeona argentina, por 16-15 en un período suplementario. Y se repuso de un 9-13 con un 75% del partido que definió la Zona B que ya había transcurrido, cuando parecía que el equipo de Cañuelas se encaminaba hacia un desenlace controlado.

¿Qué pasó? Mucho. Fue un encuentro intenso, cambiante, poblado de incidencias atractivas. Empezó aburrido, cortadísimo: hubo 27 infracciones en las tres etapas inaugurales, a razón de nueve (!) por parcial. Sin acciones violentas, pero con protestas permanentes, airadas, de ésas que vulgarizan el espectáculo y cansan al público. Los jueces, Augusto Gómez Romero y Federico Martelli, quisieron encaminar el desarrollo con varias sanciones técnicas y, aunque hubo pitazos de más -en jugadas- y de menos -en insultos- lo lograron, pues hubo 19 faltas en los cinco chukkers, y fracción restantes.

Tan entrecortado resultó el partido que el primer tanto apareció a los 10m43s -golazo de Adolfo Cambiaso desde lejos- y el primero de Pilará, a los 16m8s. No mejoró tanto el juego porque, si bien se cortó menos, La Dolfina recurrió a un polo muy cerrado, escaso en corridas y en combinaciones. Generalmente, alterna entre ambas estrategias, aunque con predominio de toques cortos y sorpresa; ayer, esto último fue casi monopólico en sus salidas de fondo, siempre con Cambiaso a cargo de subir la bocha, cortinas de Bartolomé Castagnola y poco provecho de Mariano Aguerre y Lucas Monteverde más arriba.

Tras la supremacía inicial (4-1) del tricampeón argentino y subcampeón de Hurlingham, su rival equilibró también con muchos penales y la paridad duró hasta el 5º tiempo. En el 6º, La Dolfina arrolló con un 4-0 (un gol per cápita) para un 13-9 global, y cuando salieron al 7º Cuartetera (Cambiaso) y Machitos Jazz (Aguerre), se pensó en la liquidación. Nada más lejos: fue 3-1 para Pilará (14-12 general). Y ese parcial se repitió en el último período, para el 15-15, del cual se culpó Monteverde por una bocha perdida que derivaría en el empate vía penal de lugar de Sebastián Merlos.

Pero, sorprendentemente, si alguien falló en el final, ése fue el que suele no equivocarse en las instancias decisivas: Cambiaso. Algún accesible gol errado, alguna bocha perdida y, sobre todo, un claro e innecesario foul a Marcos Heguy cerca de la línea de fondo enojaron a Adolfito con él mismo al punto de pegar un tacazo a un mimbre como descarga. Y Agustín Merlos no desaprovechó el obsequio: desde las 30 yardas, a los 46 segundos, sentenció el pleito y abrió un festejo ruidoso, en las tribunas, y largo, en palenques.

Así como esta vez Cambiaso fue el antihéroe , un jugador de perfil bajo y pasado ambiguo -talentoso, pero tácticamente indisciplinado-; resultó ayer la figura: Santiago Chavanne. Muy bien con la bocha, solidario para el conjunto, el Nº 2 tuvo gran responsabilidad en el triunfo en general y en el 7-2 de Pilará en los últimos 15 minutos de juego. El mismo parcial que dejó disgustado a La Dolfina, a quien se le acabó en dos actuaciones su invicto como alineación de 40 goles.

Pilará, en tanto, sigue camino con cuatro éxitos en cinco actuaciones y jugará el próximo sábado, con La Aguada Arelauquen, la final de Hurlingham. Por ahora, es bastante ruido, y bastantes nueces.

27 los goles que sumó Cambiaso (10 de penal, 1 de córner), en Hurlingham; lo escolta Agustín Merlos, con 25 (14 y 1).

Pocas palabras y enojo
"Jugamos bien un par de chukkers, pero no alcanza. Tenemos que jugar bien todo el partido, y más concentrados. Fue un mal Hurlingham para La Dolfina", opinó Lucas Monteverde en los palenques. Mariano Aguerre alcanzó a señalar: "Hurlingham no me deja nada", y sobre el encuentro dijo: "No sé qué opinar". Y Adolfo Cambiaso y Bartolomé Castagnola, contrariados por el traspié, abandonaron en seguida el club.
Polo"Mi mejor partido en este nivel"

Santiago Chavanne mostró su felicidad por la actuación: "Siento que sumo"

lanacion.com | Deportiva | Lunes 3 de noviembre de 2008

Demasiada alegría. Demasiadas cosas por decir sobre un triunfo muy importante que puede marcar un antes y un después. Demasiados pensamientos surgieron de la boca de los jugadores de Pilará, muy contentos y muy felicitados después de la victoria ante La Dolfina. De una a cuatro, éstas son las mejores frases de los integrantes del cuarteto ganador:


Agustín Merlos: "Ni cuando estábamos uno arriba ni cuando estábamos cuatro abajo me di cuenta. Había que seguir jugando, porque así uno se da cuenta de si está bien o no. Para Pilará lo mejor es sumar kilómetros de juego. Sinceramente, antes del partido pensaba que podíamos ganar." Consultado sobre el partido contra La Aguada, expresó: "Ellos tienen historial, y nosotros somos un equipo nuevo..." Y terminó la frase con una pícara sonrisa.


Santiago Chavanne: "Fue mi mejor partido en este nivel de polo. Creo que el equipo arrancó con funcionamiento desde un principio, y yo siento que sumo. Tengo mucha confianza. Además, los caballos me funcionaron muy bien."


Sebastián Merlos: "Fueron muchas cosas buenas. Le ganamos al equipo de 40 goles y, además, en un momento íbamos cuatro goles abajo. Supimos ser fríos en los momentos clave del partido, y eso es positivo. Creo que nuestro objetivo siempre es jugar bien y divertirnos. Si se gana, bienvenido sea." Ante la pregunta sobre qué hablaron antes de entrar en el chukker final y en el suplementario, contestó: "Siempre hablamos de darle ritmo. Eso es lo que mejor sabemos hacer", y agradeció a la gente por el aliento: "Se escuchó y nos sirvió".


Marcos Heguy: "Lo mejor de todo es que estamos más cerca de los equipos buenos que de los malos. No sabíamos qué podía pasar porque nos faltaba jugar un partido así, contra un rival que fuera de los mejores. Por eso, llegar al suplementario ya era muy bueno, porque el objetivo era jugar de igual a igual. Yo creo que polísticamente no nos cambiaba tanto ganar o no, pero es obvio que nos da un envión anímico muy importante. Y rescato que durante todo el partido mantuvimos el humor."


Las últimas finales de los hombres de Pilará
Como titulares, la última vez que los jugadores de Pilará llegaron a una final de la Triple Corona fue con los hermanos Merlos, en Tortugas 2007, cuando con El Paraíso cayeron ante Ellerstina, y con Marcos Heguy en Palermo 2004, cuando Indios Chapaleufú perdió con Chapaleufú II. Será la primera para Santiago Chavanne.

Fuente: La Nación Online
Polo / El Abierto de HurlinghamCon La Aguada nunca es sorpresa...

El equipo de los Novillo Astrada apeló a las armas de siempre, marca y efectividad en el gol, para vencer por 13-11 a Ellerstina y llegar a la final

lanacion.com | Deportiva | Domingo 2 de noviembre de 2008

Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION


Alguien en la platea de Hurlingham preguntaba al final del partido: ¿sorpresa? De ninguna manera. A los Novillo Astrada no hay que descartarlos de absolutamente nada. Nunca. Es el equipo más previsible del polo argentino, pero aún así su juego todavía resulta un enigma para muchos equipos. Ayer dio otra lección de defensa combinada con un aprovechamiento óptimo de las situaciones de gol. Y fue victoria de La Aguada Arelauquen por 13-11 ante Ellerstina Etiqueta Negra, para convertirse en el primer finalista del Abierto de Hurlingham presentado por Citi. Con triple plus: hubo desquite de la caída en la final de Tortugas ante el mismo rival, la temporada 2008 se quedó sin un ganador de la Triple Corona (Ellerstina perdió el invicto) y el actual certamen se quedó sin defensor del título.

La Aguada hizo lo que quiso. Ellerstina no. Ese es el pensamiento que mejor resume lo que fue el partido, que comenzó con una rareza: 0-0 el primer chukker. Quizás ese fue un presagio de lo que vendría luego. En esos siete minutos iniciales, los Novillo no llegaron a los mimbres rivales, mientras que Ellerstina atacó y atacó, pero no concretó. En el primer avance de los cuatro hermanos, a los 23 segundos del segundo parcial, Miguel sí pudo romper el cero. Señores, esta historia ya fue escrita decenas de veces, y aquí va una más: La Aguada es el equipo que mejor marca en el polo argentino. Sería inútil contar los tacos de sus jugadores: dicen que son cuatro, parecen un par más. Traban a los rivales una y otra vez. Si un contrincante pasa a un Novillo, enseguida aparece otro. Y después otro, y otro. ¿Cuántos Novillo son? Dicen que son cuatro, pero hay tardes en que parecen más...

Obviamente no es el equipo perfecto, porque sino estaríamos hablando del gran ganador de los últimos años. Y La Aguada no es invencible. Al llegar menos que el rival, es lógico que concrete menos. Pero se trata de un cuarteto que sabe lo que quiere y lo que puede, y que nunca se da por vencido. Ayer dio otro ejemplo. Quedaban diez minutos de partido y perdía por tres goles. Desde entonces metió un parcial de 5-0 hasta el epílogo, con un 3-0 en el último chukker.

Cuando gana La Aguada es porque sus cuatro jugadores rinden. Aunque alguno un poquito más que otro. Ayer le tocó a Javier, que cabalgaba por la temporada sin destacarse. Nueve goles y muchos aciertos lo convirtieron en la figura de la cancha. El octavo de su cosecha fue clave. El parcial final comenzó con un córner para los Novillo con el resultado 10-11. El delantero mostró frialdad para convertir el tanto del empate. Resultó otro golpe, el último, para Ellerstina. El decisivo....

En realidad, el defensor del título nunca le encontró la vuelta al partido. Quedó atrapado en la telaraña de La Aguada y nunca pudo escapar. No sacó diferencias con la velocidad, porque pese a llegar antes en algunas jugadas, a sus hombres les faltó precisión. En los palenques adujeron un mal estado de la cancha, pero no parece ser ése el argumento para explicar cómo se le escapó un partido que parecía seguro. Para ganar un cotejo importante hay que convertir goles en los momentos clave. Ellerstina falló en ese sentido. No hay excusas.

Más allá del destino de Hurlingham, en la cabeza de todos siempre está Palermo. La pregunta es, entonces, cómo influirá este partido en lo que viene, más teniendo en cuenta que compartirán grupo en el Argentino. Para La Aguada fue una inyección anímica. Para Ellerstina, un fuerte llamado de atención. Para nadie debe ser una sorpresa.


Los referís, sin equilibrio
Los referís Díaz Alberdi y Martelli cobraron varios técnicos ante el primer "no" de un jugador. Se pasó de permitir insultos en otros cotejos a rigurosas sanciones. Falta equilibrio.

Fuente: La Nación Online
Polo / El Abierto de Hurlingham"Nunca nos dimos por vencidos"

Javier Novillo Astrada, el mejor en la victoria de La Aguada, destacó como clave la concentración constante

lanacion.com | Deportiva | Domingo 2 de noviembre de 2008


Estaban contentos los Novillo Astrada, pero más que eso se los veía apurados. Querían irse a ver a Newman en la final del torneo de la URBA, en San Isidro, deseando para el club del que fue su colegio la misma suerte que les había tocado a los cuatro hermanos en la cancha Nº 1 de Hurlingham.

"Esto tiene un valor importantísimo", dijo Javier Novillo Astrada, refiriéndose a la final. ¿A cuál? A la que había alcanzado La Aguada, revirtiendo un 8-11 del 7º chukker. "¿Qué significa esto? Que La Aguada está en otra final y nunca hay que darlo por muerto. Sabíamos que podíamos ganar y lo demostramos", agregó la figura del encuentro, con 9 tantos, tres de ellos, los que convirtieron un 9-11 en un 12-11. "En el 8-11, por suerte, no pensé que estábamos complicados, porque si uno lo piensa, quizá pasa. Teníamos fe porque era un resultado medio mentiroso. Nunca nos dimos por vencidos", insistió el delantero.

Y justificó el éxito: "En la final de Tortugas [también contra Ellerstina] jugamos muy bien tres chukkers y nos desconcentramos, contra tipos que son muy buenos con la pelota y hacen muchos goles. Hoy en ningún momento nos desconcentramos. Los tuvimos siempre cerca y sacamos la diferencia".

De una manera muy parecida pensó su hermano Miguel. "La idea era mejorar en todo lo que habíamos hecho mal la vez anterior, y dio resultado. Estuvimos concentrados los ocho chukkers, mantuvimos el orden y controlamos el ritmo del partido", analizó el Nº 3, y opinó que los caballos fueron de menor a mayor desde Tortugas, que estaban rindiendo muy bien y que eso ayuda a jugar bien.

Por ahora, La Aguada recorre el mismo camino de hace dos años, cuando llegó a las tres definiciones pero cayó en todas. "Hay que acordarse de la experiencia del 2006 y revertirla, y jugar muy bien las finales", advirtió Miguel. El sábado tendrá su segunda chance.

Apareció Chapaleufú II
Tras cuatro derrotas, todas contra rivales grandes, Indios Chapaleufú II alcanzó su primer éxito en el año, un 21-11 sobre El Paraíso en la última fecha de la Zona A de Hurlingham. Si bien el adversario es un equipo chico y rindió menos que en sus actuaciones previas, para los Heguy y Pite Merlos -la figura, autor de 9 goles- fue un desempeño valioso, pues mejoraron mucho su polo y ganaron por una amplia diferencia de 10 tantos.

Pite Merlos: "Me siento candidato"
"Para Palermo me siento candidato, con grandes posibilidades de ganar", apuntó, tras la victoria, Juan Ignacio Merlos, capitán de Indios Chapaleufú II.

Fuente: La Nación Online