lunes, 3 de noviembre de 2008

Polo / El Abierto de HurlinghamPilará ya hace ruido en la elite

Debutante este año en la Triple Corona, batió a La Dolfina, el equipo de los 40 goles y tricampeón argentino, por 16-15 en un suplementario; definirá el torneo contra La Aguada

lanacion.com | Deportiva | Lunes 3 de noviembre de 2008

Por Xavier Prieto Astigarraga
De la Redacción de LA NACION


"Pilará se hace un nombre en el polo", tituló LA NACION cuando el nuevo equipo de la Triple Corona se despidió de Tortugas con una caída ajustada y un triunfo claro. En ese primer torneo de la tríada, se presentó en sociedad; ahora, en el segundo, ya suena fuerte. Por varias causas.

Pilará Piaget accedió a la final del Abierto de Hurlingham, el segundo campeonato más importante del mundo, al que presenta Citi. Se impuso a La Dolfina Peugeot, la formación de los 40 goles y tricampeona argentina, por 16-15 en un período suplementario. Y se repuso de un 9-13 con un 75% del partido que definió la Zona B que ya había transcurrido, cuando parecía que el equipo de Cañuelas se encaminaba hacia un desenlace controlado.

¿Qué pasó? Mucho. Fue un encuentro intenso, cambiante, poblado de incidencias atractivas. Empezó aburrido, cortadísimo: hubo 27 infracciones en las tres etapas inaugurales, a razón de nueve (!) por parcial. Sin acciones violentas, pero con protestas permanentes, airadas, de ésas que vulgarizan el espectáculo y cansan al público. Los jueces, Augusto Gómez Romero y Federico Martelli, quisieron encaminar el desarrollo con varias sanciones técnicas y, aunque hubo pitazos de más -en jugadas- y de menos -en insultos- lo lograron, pues hubo 19 faltas en los cinco chukkers, y fracción restantes.

Tan entrecortado resultó el partido que el primer tanto apareció a los 10m43s -golazo de Adolfo Cambiaso desde lejos- y el primero de Pilará, a los 16m8s. No mejoró tanto el juego porque, si bien se cortó menos, La Dolfina recurrió a un polo muy cerrado, escaso en corridas y en combinaciones. Generalmente, alterna entre ambas estrategias, aunque con predominio de toques cortos y sorpresa; ayer, esto último fue casi monopólico en sus salidas de fondo, siempre con Cambiaso a cargo de subir la bocha, cortinas de Bartolomé Castagnola y poco provecho de Mariano Aguerre y Lucas Monteverde más arriba.

Tras la supremacía inicial (4-1) del tricampeón argentino y subcampeón de Hurlingham, su rival equilibró también con muchos penales y la paridad duró hasta el 5º tiempo. En el 6º, La Dolfina arrolló con un 4-0 (un gol per cápita) para un 13-9 global, y cuando salieron al 7º Cuartetera (Cambiaso) y Machitos Jazz (Aguerre), se pensó en la liquidación. Nada más lejos: fue 3-1 para Pilará (14-12 general). Y ese parcial se repitió en el último período, para el 15-15, del cual se culpó Monteverde por una bocha perdida que derivaría en el empate vía penal de lugar de Sebastián Merlos.

Pero, sorprendentemente, si alguien falló en el final, ése fue el que suele no equivocarse en las instancias decisivas: Cambiaso. Algún accesible gol errado, alguna bocha perdida y, sobre todo, un claro e innecesario foul a Marcos Heguy cerca de la línea de fondo enojaron a Adolfito con él mismo al punto de pegar un tacazo a un mimbre como descarga. Y Agustín Merlos no desaprovechó el obsequio: desde las 30 yardas, a los 46 segundos, sentenció el pleito y abrió un festejo ruidoso, en las tribunas, y largo, en palenques.

Así como esta vez Cambiaso fue el antihéroe , un jugador de perfil bajo y pasado ambiguo -talentoso, pero tácticamente indisciplinado-; resultó ayer la figura: Santiago Chavanne. Muy bien con la bocha, solidario para el conjunto, el Nº 2 tuvo gran responsabilidad en el triunfo en general y en el 7-2 de Pilará en los últimos 15 minutos de juego. El mismo parcial que dejó disgustado a La Dolfina, a quien se le acabó en dos actuaciones su invicto como alineación de 40 goles.

Pilará, en tanto, sigue camino con cuatro éxitos en cinco actuaciones y jugará el próximo sábado, con La Aguada Arelauquen, la final de Hurlingham. Por ahora, es bastante ruido, y bastantes nueces.

27 los goles que sumó Cambiaso (10 de penal, 1 de córner), en Hurlingham; lo escolta Agustín Merlos, con 25 (14 y 1).

Pocas palabras y enojo
"Jugamos bien un par de chukkers, pero no alcanza. Tenemos que jugar bien todo el partido, y más concentrados. Fue un mal Hurlingham para La Dolfina", opinó Lucas Monteverde en los palenques. Mariano Aguerre alcanzó a señalar: "Hurlingham no me deja nada", y sobre el encuentro dijo: "No sé qué opinar". Y Adolfo Cambiaso y Bartolomé Castagnola, contrariados por el traspié, abandonaron en seguida el club.

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