lanacion.com | Deportiva | Lunes 27 de octubre de 2008
Hay algo muy claro: mientras busca su mejor forma, potencia aciertos y corrige errores, Pilará se hace camino en la temporada con su mejor arma. Y esa virtud es el gol. Se trata de un equipo que no tiene un amplio dominio de la bocha, que la traslada poco, y que le suele dar siempre la mejor dirección: los mimbres. Ayer, ante Trenque Lauquen, repitió esa sana costumbre con otra muestra de su poder de contundencia. Arrancó con cierta paridad, hasta llegar al 6-4 en la mitad del cotejo. Pero en los tres chukkers siguientes, hizo diez goles e inclinó la balanza.
El triunfo tan claro se potencia porque enfrente hubo ?hay? un equipo que sabe lo que hace. Con la solidez de Jaime García Huidobro como máxima figura (muy sólido en sus golpes), Trenque Lauquen se ubica, seguramente, en los primeros puestos de los equipos que en los últimos años pasaron la clasificación para Hurlingham. Buen síntoma para el polo.
Ante Black Watch, La Dolfina resurgió en todo su potencial En su mejor desempeño de la temporada, el tricampeón argentino ganó por 18 a 11 un atractivo encuentro.
Por Xavier Prieto Astigarraga De la Redacción de LA NACION
Bienvenido, La Dolfina, a la Triple Corona 2008.
Suele ser el de Hurlingham el certamen de la aparición del club de Cañuelas en la temporada. Y generalmente, en su debut en el torneo, ante un equipo chico. Esta vez se demoró una fecha más, porque sólo ayer surgió el verdadero potencial de La Dolfina Peugeot contra Black Watch Ralph Lauren, y en la segunda jornada del grupo B del Abierto de Hurlingham, que presenta Citi.
El 18-11 con que el tricampeón argentino eliminó a su vencido de la carrera por la copa The Ayrshire fue el corolario de un encuentro muy entretenido, aunque careciera de incertidumbre en el desenlace. Y fue, también, un resultado que se ajustó bien a lo que pasó en el soleado domingo de la cancha central.
Como en el antecedente por el Abierto de Tortugas, Black Watch impresionó muy bien en el comienzo. Propuso, o así le salió, un golpe por golpe con el adversario. Era un partido abierto, con más acento en el ataque que en la marca y con pocas infracciones (20 totales). Y en el que los delanteros negros se le animaban a La Dolfina. Ignacio Figueras tuvo su mejor desempeño en lo que va de la temporada (aunque concluyó sin tantos) y todos actuaron más en conjunto, sin sobrecargar el juego en Bautista Heguy. Así, Black Watch terminó 4-6 la primera mitad, frente a un rival que abusó del traslado de bocha de Adolfo Cambiaso como último hombre, cortinado por Bartolomé Castagnola, quien remató tres bochas a los mimbres, allende sus tres conquistas totales.
Claro que La Dolfina se despertaría. Así como en su presentación en este campeonato fulminó al principio y dejó hacer en el final (12-9 sobre Trenque Lauquen), ayer estuvo mano a mano en el comienzo y aceleró en la mitad decisiva. En gran parte merced a un Cambiaso mucho más motivado, reconocible por sus corridas con bocha dominada y sus certeros tiros al arco. Tanto fue el empuje del cuarteto de 40 goles en los chukkers 5º y 6º que logró un parcial de 7-1 en el resultado (su contrincante estuvo 21m20s sin convertir), con 8-1 de superioridad en throw-ins.
El resultado, en un momento, llegó a ser de 15-5, el mismo por el cual La Aguada había cacheteado a Black Watch en Tortugas, pero en este caso, con una mucho mejor producción del perdedor. El último período, que éste ganó por 4-2, puso más realidad en el tanteador. Pero La Dolfina ya estaba relajado y dejando hacer. Había efectuado su trabajo y había sido, durante siete chukkers, el equipazo que suele surgir a esta altura del año.
10 goles anotó Adolfo Cambiaso, con sólo un penal; fue de 30 yardas, la única ejecución de La Dolfina al arco en todo el partido
