lunes, 3 de noviembre de 2008

Polo / El Abierto de HurlinghamCon La Aguada nunca es sorpresa...

El equipo de los Novillo Astrada apeló a las armas de siempre, marca y efectividad en el gol, para vencer por 13-11 a Ellerstina y llegar a la final

lanacion.com | Deportiva | Domingo 2 de noviembre de 2008

Por Carlos Beer
De la Redacción de LA NACION


Alguien en la platea de Hurlingham preguntaba al final del partido: ¿sorpresa? De ninguna manera. A los Novillo Astrada no hay que descartarlos de absolutamente nada. Nunca. Es el equipo más previsible del polo argentino, pero aún así su juego todavía resulta un enigma para muchos equipos. Ayer dio otra lección de defensa combinada con un aprovechamiento óptimo de las situaciones de gol. Y fue victoria de La Aguada Arelauquen por 13-11 ante Ellerstina Etiqueta Negra, para convertirse en el primer finalista del Abierto de Hurlingham presentado por Citi. Con triple plus: hubo desquite de la caída en la final de Tortugas ante el mismo rival, la temporada 2008 se quedó sin un ganador de la Triple Corona (Ellerstina perdió el invicto) y el actual certamen se quedó sin defensor del título.

La Aguada hizo lo que quiso. Ellerstina no. Ese es el pensamiento que mejor resume lo que fue el partido, que comenzó con una rareza: 0-0 el primer chukker. Quizás ese fue un presagio de lo que vendría luego. En esos siete minutos iniciales, los Novillo no llegaron a los mimbres rivales, mientras que Ellerstina atacó y atacó, pero no concretó. En el primer avance de los cuatro hermanos, a los 23 segundos del segundo parcial, Miguel sí pudo romper el cero. Señores, esta historia ya fue escrita decenas de veces, y aquí va una más: La Aguada es el equipo que mejor marca en el polo argentino. Sería inútil contar los tacos de sus jugadores: dicen que son cuatro, parecen un par más. Traban a los rivales una y otra vez. Si un contrincante pasa a un Novillo, enseguida aparece otro. Y después otro, y otro. ¿Cuántos Novillo son? Dicen que son cuatro, pero hay tardes en que parecen más...

Obviamente no es el equipo perfecto, porque sino estaríamos hablando del gran ganador de los últimos años. Y La Aguada no es invencible. Al llegar menos que el rival, es lógico que concrete menos. Pero se trata de un cuarteto que sabe lo que quiere y lo que puede, y que nunca se da por vencido. Ayer dio otro ejemplo. Quedaban diez minutos de partido y perdía por tres goles. Desde entonces metió un parcial de 5-0 hasta el epílogo, con un 3-0 en el último chukker.

Cuando gana La Aguada es porque sus cuatro jugadores rinden. Aunque alguno un poquito más que otro. Ayer le tocó a Javier, que cabalgaba por la temporada sin destacarse. Nueve goles y muchos aciertos lo convirtieron en la figura de la cancha. El octavo de su cosecha fue clave. El parcial final comenzó con un córner para los Novillo con el resultado 10-11. El delantero mostró frialdad para convertir el tanto del empate. Resultó otro golpe, el último, para Ellerstina. El decisivo....

En realidad, el defensor del título nunca le encontró la vuelta al partido. Quedó atrapado en la telaraña de La Aguada y nunca pudo escapar. No sacó diferencias con la velocidad, porque pese a llegar antes en algunas jugadas, a sus hombres les faltó precisión. En los palenques adujeron un mal estado de la cancha, pero no parece ser ése el argumento para explicar cómo se le escapó un partido que parecía seguro. Para ganar un cotejo importante hay que convertir goles en los momentos clave. Ellerstina falló en ese sentido. No hay excusas.

Más allá del destino de Hurlingham, en la cabeza de todos siempre está Palermo. La pregunta es, entonces, cómo influirá este partido en lo que viene, más teniendo en cuenta que compartirán grupo en el Argentino. Para La Aguada fue una inyección anímica. Para Ellerstina, un fuerte llamado de atención. Para nadie debe ser una sorpresa.


Los referís, sin equilibrio
Los referís Díaz Alberdi y Martelli cobraron varios técnicos ante el primer "no" de un jugador. Se pasó de permitir insultos en otros cotejos a rigurosas sanciones. Falta equilibrio.

Fuente: La Nación Online

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